Un comienzo donde importaba, un mes pasado para explicar lo sucedido noche tras noche, que es probable que quizás no esté en el olvido, pero tampoco que esté en lo recordado. Das prioridad, debes dar prioridad, y no es la vieja frase de terminar con la segunda persona que llegue, porque no importa cuán nueva sea, ni qué tan buena sea.
Es extraño congelar momentos, no es una era de hielo.
Es extraño borrar afectos, no somos máquinas.
Es extraño recibir y dar a cambio, no somos dinero.

No recuerdo mucho, pero se sabe que todos estamos bien.

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