Estamos de vuelta a éste principio: desconozco tu existencia como tú de la mía, careces el recuerdo de mi voz como yo carezco el recuerdo de tu adiós. La línea no empieza hasta que no acaba como la amistad no comienza hasta que no se plasma.

Vámonos lento con las analogías.



¿Puedes describir esa felicidad tan curativa? Sí, de esa felicidad en donde disfrutas hasta lo peor que pudo haber sucedido en el día, es maravillosa, no te miento.
Hoy la mente jugó un papel muy importante, hizo que perdiera conciencia, que empezara a dudar de mi existencia, me hizo creer en la transcendencia del presente que cambia con solo mover una piedra de su lugar.
Éste día no solo llenó espacios vacíos, invocó a muchas responsabilidades que conllevaron a lograr algo que pocos afortunados logran: producir.
Hoy estoy viva, hoy estoy viva. Hoy estoy viva, hoy estoy viva.
¿Sientes eso? No duele nada, absolutamente nada, como solía doler ayer.


Si somos diferentes no es ni por culpa mía, ni por méritos de usted.
Pedro Armendáriz en "Enamorada", 1946





Esto es natural. Estar fuera del universo, de una galaxia, de un infinito; esto es natural.
Es como besar tus labios o como dejarme acariciar mi vientre sin enojarme; porque paralelamente no nos conocemos, ni nos percatamos de una existencia mutua.
Es como saber qué esperar detrás de cada puerta cerrada, o de saber en qué momento llorar y en qué momento reír. Demostrar que entre brazos todos descansamos y soñamos; y que solos a pesar de encontrarnos a nosotros mismos nos devora el tiempo de soledad que nos va envejeciendo más de diez mil años luz.
Esto es natural. Estar fuera del universo, de una galaxia, de un infinito; esto es natural. Estar fuera de control, de un cuerpo, de un corazón. Qué felicidad es haber conocido mi otro yo fuera de lugar y saber que nuestros cuerpos no existen y sus caricias tampoco, ni mis besos. Esto es natural más que tu existencia.