Todos los días, despierta, no puedo evitar no dejar el razonamiento de qué sería algo hermoso por definir acerca de éstos sentimientos que empiezan por no terminar. 
Despierta, camino en el frío donde mi cuerpo, congelado, sigue caminando hacia algún tipo de destino que lleve hacia donde tus manos y vida se encuentran. 
Todos los días busco las palabras más descriptivas para poder declarar que sin ti, la existencia del sentido se hace menos válido pues por más que nos definan, por el momento, unas pantallas y unas palabras,  el día que llega para mirarte... desengaña mis miedos y frustraciones.
Cuántas veces he muerto por querer decirte que te amo, que si en un instante pudiera, iría y te trataría con fragilidad, porque en eso nos hemos convertido; en frágiles criaturas que pudiesen terminar con una fractura emocional. Pues así ha sido desde que nos hemos querido.