Un día no os sorprendaís que la presencia de esta humilde servidora esté esperándolo frente a su puerta. No os sorprendaís que vuelva a mencionar lo mucho que le adoro, que le extraño, que le necesito; no os sorprendaís que le muestre el mar que ha creado con cada una de sus lágrimas y sobretodo, no os sorprendaís que el defecto de ésta mujer haya incrementado.

No hay comentarios: