No atentes hacía mí

Me gusta imaginarte porque siempre estás ausente;
Me gusta amarte porque así es como sostengo mi locura después de haberme perdido el momento de haberte perdido.
Es como el nunca que no existe;
Y la nieve de Diciembre que ahora no se presentó;
Es como aquella sonrisa de aquel anciano que nunca amó;
Y como mi rosal que jamás floreció.
Es así, de extraño, de obscuro, de negativo
El fuego que alcanza a encender mi cuerpo completo
Porque no es por ti, ni por mí, ni por nosotros juntos.
Me quemo por aceptar lo sencillo del rechazo y lo horrible del olvido
Porque realmente amar, no es una respuesta ni una acción,
Porque realmente amar, llega a infinidades de sensaciones que se convierten a irrealidades creadas en nuestra imaginación.
Porque realmente amar, no tiene sentido cuando creamos un nombre oficial a nuestras aortas unidas.
Porque realmente amar, no implica olvidarte.
Me gusta recordarte después de llorarte.

No hay comentarios: