Redención

He salido del abismo. No hay miedos, ni leyes, ni rencor, ni tristeza, ni felicidad, ni monotonía. 
Dedico mi inicio a la bondad que dejó en mí, mi heroína, mi amiga, mi inspiración al anhelo de vivir cualquier situación. Disfrutar un enojo, disfrutar una lágrima, el progreso de luto que sucede en mi cabeza. Disfrutar la inspiración de mi amigo que se ha ido el domingo y la fortaleza que se ha ido el lunes. Ambos, campeones mundiales de la vida. 

Si la vida se midiera en calidad y no en tiempo, puedo decir que Miles y Abbi vivieron más de cien años.

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