Hace un año me propuse contar cada dia, uno en uno hasta llegar al número 365, era interesante, me facilitaba más recordar los días, especialmente los bellos como el día número cincuenta o el número ciento cuarenta y dos... son dos de los días que mas tengo presentes que al igual que existieron muchos, no sé por qué me quedé tan presente en algo que jamás se formalizó.
Este año tuve aventuras, besos, victorias, oportunidades, necesidades, y más que nada, obtuve lo que en dos años jamás había tenido, al menos no de la forma sincera que lo percibí: amor. Pero al igual como obtuve tantas cosas buenas, llegué a tener pérdidas, tan presentes y recientes que jamás me imaginé que sucederían todas en un par de semanas antes de terminar mi exitoso año.
Este año que se va, no es cualquier otro; considero que ha sido el mejor de mi vida, claro...tuve desgracias, claro... tuve llanto. Pero lo más bello fue que estuve acompañada por personas nuevas, personas sinceras y personas que se quedaron el tiempo suficiente para entender que las oportunidades solo se presentan una sola vez, y si no se da algo, no se dará porque siempre aparece algo diferente en cada camino que nos toca, y no hablo de un destino (dejé de creer en él), hablo de lo que hacemos para llegar a lo que somos ahora.
Gracias, por lo que me han hecho entender; gracias, por haberme hecho sentir algo nuevo, una ilusión, gracias por convertirme y hacerme crecer en algo que me dejará marcada cuando ya no esté aquí; y ahora que nos toca despedirnos, gracias especialmente a ti (si lo lees sabrás que me refiero a ti) por haber logrado que todo este año haya sido expléndido, hermoso y sobretodo feliz....gracias por lograr a que volviera a amar, aunque las cosas no salieran igual a lo que se proyecta en una pantalla grande, agradezco lo que llenaste en mi ser, te aseguro que aunque lo intente jamás olvidaré cuán importante eres.
Feliz año nuevo, mi único propósito ya se cumplió... ahora voy por los doce del 2011.
ÉXITO.
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